miércoles, 22 de marzo de 2006

Turbulenta aprendiz

Según el calendario maya, el año nuevo daba comienzo con los primeros rayos del sol primaveral, justo durante el equinoccio vernal. Así pues y según la creencia, cinco días antes de este magno evento natural los mayas se guardaban a piedra y lodo en sus casas, pues creían que este periodo, llamado “de purificación” era el más crítico y nefasto de todos hasta que llegaba el Dios Kukulcán y todo comenzaba de nuevo.

Creo entonces que, o bien por mis venas corre sangra maya, o soy enteramente compatible con su filosofía de vida. Esa creencia de que los días antes del 21 de marzo las energías se mueven y los humanos actuamos como barcos en altamar es no sólo acertada sino 100% comprobable. Nada más basta con leer los periódicos, enterarse que las Chachalacas le tiran a los Espantachambas, saber que a Ventaneando lo cambian de horario, que Lety la fea tiene éxito pese a la torpeza y ñoñez que la Bety original no tenía, que la luna está más amarilla que de costumbre, que ahora si te quieres cargar de energía en la pirámide del Sol teotihuacano debes pagar $45 pesos más tus módicos 80 si llegas en vehículo, que nuestro recurso más preciado se acaba gota por gota mientras hay miles de chiquillos que esperan ansiosos el Sábado de Gloria para darse tremendas mojadas, que el calor pone tenso el ambiente, que la gente no sabe si va o viene (pero todos tenían las maletas listas para el fin de semana largo), y que yo dispongo todo lo disponible para tomar vacaciones adelantadas e irme lejos, muy lejos de aquí.

Sí, todo eso durante el periodo de purificación. No cabe duda que las aguas están revueltas, y el caos al que los mayas tanto le huían se hace presente aun mirando cual Dorothy tras su ventana el tornado que la arrasa.

Metida en mi casita e influenciada por tales turbulencias, este domingo entable tremendo debate con el amor de mis amores por el estreno de “El aprendiz” con Martha Stewart. Él protesta porque quiere de vuelta la actitud medival de Donald Trump, y yo me inspiro ante aquellos que sueñan con ser parte de una empresa femenina donde la sensibilidad tiene cabida (los aspirantes son desde publicistas hasta chefs, pasando por genios de las letras) y no es sólo la frialdad que el magnate necesita de sus aprendices. ¡Cómo me inspira esta nueva versión! Esa sana competencia de sucias artimañas combinadas con gloriosos desempeños… ¡Quiero ser una aprendiz! De hecho hasta fui capaz de desvariar pensando que en México el elegido sucesor del señor Trump podría ser Carlos Slim (por un momento imaginé su regordeta figura señalandome inquisidoramente con el dedo “¡Estás despedida!”), pero después recordé que el hombre se encuentra muy ocupado viajando por la República con su acuerdo de Chapultepec y entrenando a aprendices más capaces que, sin necesidad de salir en la tele, salen bien buenos para cobrarle a la gente tarifas telefónicas excesivas. ¿Será que ellos también sufren, como todos, un caos pre-primavera… permanente?

Pochacas@gmail.com

2 comentarios:

Kluzter Benavides dijo...

Anda la osa.... no está muerto este blog... temía que así lo fuese.
Escribe bastantito pero con bastante tiempo entre uno y otro comentario... no como cierto chinudo que conozco.

En fin... esa onda del caos preprimaveral no lo había notado, pensé que era simple coinciencia, pero la v de venganza dice que eso no existe; que a mis allegados les fuese del reverendo nabo... su comentario como que lo explica todo (como clarissa)

Hay algún remedio maya que nos salve o ya es demasiado tarde y las faltas a Kukulcán tendremos que pagarlas con más calamidad?

sabe.

Ra dijo...

Kluster, es problable que, como dices, las faltas hechas a Kukulkán nos arrastran irremediablemente a calamadidades tales como devaluaciones, inflación y elecciones presidenciales... entre otras muchas cosas más... Gracias por tu comentario!