domingo, 2 de febrero de 2014

Ley universal

A veces reconozco que me falta valor para defenderme de aquellas personas cuya energía, sin mayor explicación, choca contra la mía. Tengo este pequeño defecto: si alguna de estas personas me agrede, mi sistema de defensa se paraliza, mis cuerdas vocales se autoestrangulan, mi mente queda en blanco, y mi hígado siempre se lleva la peor parte. Cada vez que esto sucede recuerdo que, de pronto, prefiero ser así, no buscar revanchas, no contestar con odio ni con rencor porque eso tarde o temprano se regresa a uno mismo y no es eso lo que yo quiero cosechar en esta vida. Si regresar con amor esos actos es lo más puede enfurecer al enemigo, no dudaré en aplicarlo aunque, también lo sé, debo aprender a defenderme un poco mejor, nomás por mero orgullo.

Al final de cuentas, "Instant Karma's gonna get you, gonna knock you right on the head"… y la mejor parte es saber lo mucho que eso les dolerá.