viernes, 31 de mayo de 2013

Los vecinos invasores

Tal como lo prometí, he decidido retomar esta deliciosa y jocosa columna (soy sencilla, lo sé) escribiendo sobre las vidas de mis vecinos, o mejor dicho, sobre las azarosas, polémicas y retorcidas vidas que según yo tienen mis vecinos. Verlo todo a través de las ventanas suele, de pronto, distorsionar la realidad.

No crean, me da un poco de miedito ahora que las iniciativas andan atrás de todo aquel ciberusuario que hable mal de su prójimo, que lo difame, que le aplique un bullyng tal que se convierta en el tema (la carrilla) del momento... Pero esas prácticas, para bien o para mal, no resultan ninguna novedad en los patios de vecindad, edificios, colonias, y demás sitios habitacionales donde las personas comparten suelo y techo. Además, hasta ahora, nadie ha pedido #Noalacensuraenelblog. Me siento un poco a salvo.

Otra cosa que me mantiene lejos de tales posturas es que, tal como en la película de La Ventana Indiscreta, yo desconozco el nombre de la mayoría de mis vecinos, por lo cuál suelo identificarlos por el color y modelo de sus autos, el lugar de su casa o alguna otra característica o hábito que les resalte. No me siento mal por ello, sé de buena fuente que a mi en el mejor de los casos me conocen como "La Güerita", o bien, me ubican por mi preciosa (y ruidosa) perrita Tokotina.

viernes, 24 de mayo de 2013

La vecina indiscreta

Muchas cosas han sucedido desde que le puse una pausa a la escritura de las Policromías, que antes solían ser tan comunes como corrientes: México cambió de presidente, el hombre conoció Marte con mayor nitidez, un Papa renunció, otro tomó el cargo, Europa entró en crisis brutal, Disney compró a George Lucas, la naturaleza ha azotado con tsunamis, tornados, temblores, inundaciones y hasta meteoritos; leyendas del rock se han ido, leyendas de los paparazzis han surgido (y se han eclipsado 5 minutos después de su fama), Mhony Vidente es la nueva Giovannita, apareció Netflix (¡Gracias, Dios!), Twitter y Facebook se metieron en las vidas de todos, Slim no es el hombre más rico del mundo, tengo una nueva sobrina llamada Alejandra, ingresé al ancho mundo de las miniPyMEs, estoy a nada de cumplir un año sin mi Pochaco y mi vida se ha vuelto todo menos algo estable. Así de loco el mundo de hoy.