jueves, 22 de marzo de 2007

Una vuelta por las nuevas

Si nos pusiéramos a traducir ciertas palabras en su sentido más literal, diríamos que periódico, o newspaper en inglés, significa “Papel de nuevas”. “Nuevas” es una manera de referirnos a las noticias, buenas o malas, y que en los periódicos, según sus responsables, son dignas de encabezados, notas, artículos, columnas y, por qué no, hasta de aparecer en los anuncios de ocasión. Sin embargo ahora, en este mundo regido por el dios del Internet, las ediciones en línea de la prensa se muestran con tal inmediatez que muchas veces no dicen nada, o muchas veces, también, nos muestran panoramas desconocidos.

En un mero ejercicio periodístico (que se inclina más al ocio), elaboré una lista de las “nuevas” que más llamaron mi atención. Algunas increíbles, algunas dignas de reflexión… la cosa es mirar a la humanidad desde sus muy distintas perspectivas.

*¿Sabían ustedes que el 15 de marzo se celebró el Día Internacional del Consumidor? Pues lo fue, y tras esta buena nueva que celebra a todos aquellos que voluntaria o involuntariamente compramos a diario desde unas papas en a esquina hasta medicinas o un coche, la prensa en ciertas notas fue la encargada de dar a conocer lo que la Procuraduría Federal del Consumidor recomienda como “Los 7 derechos básicos del consumidor” (avalados desde 1985 por la ONU): Derecho a la información, derecho a elegir, derecho a no ser discriminado, derecho a la protección, derecho a la educación (legal), derechos a la seguridad y calidad, y derecho a la compensación. ¡Vaya nueva, eh!

*La sección de estilos sólo me confirma lo que ya es un hecho inminente: ¡el fleco ha vuelto! Luché tantos años por olvidar aquellos copetones enmarañados llenos de gel y spray como para que ahora los diarios me anuncien esta nueva onda que es más vieja que Cleopatra.

*¿Eutanasia? ¿Aborto? Tanto en España como en México estos temas han estado en la mesa de las discusiones, y fuera de toda la óptica política, yo pienso en ambos son asuntos de mucho criterio y que deben profundizar muy bien en sus especificaciones para no hacer cada caso algo colectivo. Los más religiosos discuten que nadie tiene porqué quitarte la vida, y yo supongo que para poder hacer válidas estas decisiones tan personales debe existir algo de peso, una razón que, bien tipificada, dé como resultado el descanso de un enfermo y su familia o evitar traer al mundo un hijo concebido en la violencia, porque en el futuro eso es lo único que conocerá.

*Pero aquí está mi favorita: “Gana niña concurso de tenis malolientes”. Si esto los apantalla esperen a saber que por éste insólito hecho ganó la fabulosa cantidad de 2 mil 500 dólares. Esto me hizo recordar los gloriosos tenis de mi juventud, que tuve guardados por años en el clóset y quienes les cantaba, cuál Gloria Trevi “zapatos viejos, ¡qué hermoso par!”… De saber que existía este concurso, nunca le hubiera hecho caso a mi madre y en vez de estar en la basura, hoy, quizá, me tendrían en la riqueza absoluta…

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