lunes, 27 de agosto de 2012

Poch



Siempre he creído que mi vida tiene eso que en argot televisivo se conoce como delay, que no es más que el retraso de una señal transmitida con respecto a su original. Sí, mi vida siempre ha sido así con respecto a la de los demás: cuando todas mis hermanas, primas y amigas comenzaron a tener novios, yo apenas iba superando mis juveniles conflictos hormonales; cuando todas hablaban de bodas y campanas yo a duras penas tenía novio; cuando todas cambiaron las pláticas de romance por las de bebés y pañales, yo decidí vivir sola y aprender de qué se trataba eso de jugar a la casita pero sin marido de por medio. Tan atrasada he vivido, que cuando todos los niños de mi generación crecieron al lado de una mascota, yo tuve a mi primer perro a la edad de 17 años. Delay total.

De la misma manera los aprendizajes esenciales de la existencia humana me han llegado a cuenta gotas, y pese a que en mi familia hemos tenido pérdidas irremediables, hoy por vez primera, a mis 33 años, estoy experimentando con todo el dolor del mundo lo que significa ver partir a un ser que ha sido parte importante de tu crecimiento, de tu familia, de tu vida. Tarde, pero no por eso menos intenso.

jueves, 16 de agosto de 2012

Desas veces que uno decide ser feliz y disfrutar su vida, dejando atrás ese extraño enamoramiento por el pasado, por lo que ya fue... Desas veces que voy quitando miedos y culpas para poder darle la bienvenida a lo que viene, a lo que está por suceder en mi vida. ¿Qué es? No tengo ni idea, pero debe ser algo formidablemente bueno, por que lo merezco y muero por dar todo ese tambache de amor que durante años he almacenado en mi corazón. Decratado est.