lunes, 11 de octubre de 2010

Qué ganas...

Qué ganas de que no hubiera pasado el tiempo, porque gracias a él las cosas que me apasionaron hace años ya no me emocionan más.

Qué ganas de que todo lo que antes era el motivo de mi vida, volviera a serlo de nuevo.

Qué ganas de no querer lo que quiero ahora, porque de pronto me encuentro sola, sola en la búsqueda de eso que, supongo, se llama felicidad.

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