Cuando estaba en la prepa y el grupo de amigos en pleno relajo nos botaneábamos todos contra todos, mi amigo Paco, feliz y dicharachero, soltaba a los vientos su frase célebre “Aquí no hay intocables”, para justificar que acabáramos verbalmente con medio mundo sin distingo ni excepción. Esta misma frase la trasladé al ámbito familiar, donde cierta pareja de amistades de mi madre y su terrible hija fueron bautizados como “Los Ness”, por obvias razones y honrando al célebre capo y anexas, aunque eso avivara más la furia de mi adorable progenitora.
México es un país con jocosidad en las venas y altas dosis de humor negro que se aplican hasta para la muerte. Aquí, literal, el respeto se le pierde a los políticos, a los jefes, a los artistas o al asunto más solemne. Pero hay un selecto grupo, un gremio improfanable, una sociedad que puede ser fácilmente clasificada como “Los Ness” de la nación.
Desde niño te lo dicen: Nunca te metas con la bandera, con la Virgen de Guadalupe ni con el Ejército. Atentar contra alguna de estas valiosas entidades del colectivo mexicano equivale casi a quedar excomulgado o a purgar la peor de las condenas en las Islas Marías en tiempos del Torito Infante.
¡Condénense en los infiernos Paulina Rubio, el Padre Amaro, el heredero presidencial y todos aquellos que osan profanar tan inmaculados símbolos! ¡Y valga alguna pena capital para Roberto Madrazo, hábil en el arte de la maña y de dar pena ajena corriendo cual rayo veloz, cual centella fugaz, enchamarrada y fraudulentamente en nombre de nuestro país!
¿Se acuerdan del escándalo tan grande que hizo un tipo de nombre Jorge Serrano Limón, el mismo que rezaba diez rosarios por la “perversa” secuencia donde Padre Amaro y una mozuela mancharon de pecado el manto de la Virgen, cuando por fuerita pagaba picantes tangas por mayoreo? Quisiera decir que me gustó la cinta de Carlos Carrera, pero no. Quisiera decir que vi la atentamente, pero esa fue la primera vez que fui al cine con el amor de mis amores siendo una pareja de recién ennoviados, así que ya sabrán.
No contentos con eso, este septiembre Felipe Calderón con todo y banda tricolor, con todo y esposa fachosa, atentó contra la soberanía del Ejército disfrazando a su soldadito de plomo en tremendo generalito Gi Joe… Y lo último de mi Pau Rubio… ella tan linda. A esta pobre ya le cayó Lolita, ya la embarazaron y ahora la quieren quemar en leña verde por hacer un glorioso homenaje a Juan Escutia, quien se arropó en nuestra insignia para morir por la patria, aunque ella muera por ser fashion.
FE DE ERRATAS: En la redacción de esta columna expongo a Eliot Ness como capo, cuando en realidad fue el policía que enfrentó a la mafia de Capone. Una disculpa.
1 comentario:
Solo quiero desearte,¡MUCHAS FELICIDADES!, que sigan los éxitos y que Nuestro Señor, te siga dando la inspiración que necesitas para realizar tan lindo trabajo.
Con todo mi amor.
Tu progenitora.
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