martes, 27 de mayo de 2008
Triste historia de un hoyo
Un hoyo en el piso puede ser un asunto sin importancia para los transeúntes, para la gente normal, pero quizá represente también la oscura entrada a otro mundo, a una nueva realidad, a otros universos. Estas ideas salpicaron mi ociosa mente ante la sorpresiva aparición de un hoyo a mitad de la calle donde vivo: primero fue como si un adoquín se hubiera salido, pero al día siguiente aquello ya estaba tremendo, hasta los vecinos tuvieron que poner una banderita para indicar que se tuviera cuidado. El nuevo vecino estaba tan profundo como un volcán.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario